¿Por qué dejé Disney?

Hay momentos en la vida en los que sabes que tienes que cambiar de página, es algo que no puedes explicar, una necesidad por hacer algo nuevo, diferente. Cuando esto de pronto llega a tu vida, es inevitable dejar esa sensación de querer un cambio… y no me refiero a comprar ropa nueva o a probar un restaurante diferente, esto va más allá de algo pasajero. Una voz de muy adentro, que te hace pensar, que te saca de onda y te empieza a rogar, que la escuches. Esa voz es de aquellos sueños que una vez tuviste y que ya no tienes más. Un día de pronto te detienes a recordar que te encanta cocinar… ¿Y si me lanzo a abrir una sangucheria? Te emocionas, sabes que la idea es genial, piensas en las posibilidades, de pronto te llaman por Zoom para una reunión y puff, el sueño se esfuma una vez más. ¿Cuántas veces hemos abierto negocios en nuestra mente?

A mí me ha pasado mil veces. He abierto tantos negocios en mi mente que ya se me había hecho costumbre el volver a la reunión de Zoom, pero siempre hubo uno que no podía olvidar, un negocio que en realidad era una pasión.

Así como muchos coleccionaban carros, muñecas o discos, yo coleccionaba logos y avisos de revista que me llamaban la atención. Era algo que no me podía explicar, me sentía nerd, raro, diferente, pero no podía evitarlo. Cuando algo te llama, te llama.

Seguro te ha pasado eso de preguntarte por qué decidiste no seguir tus sueños. ¿Qué hizo que no te convirtieras en el mejor jugador de fútbol? ¿Quién te dijo que no puedes abrir el restaurante número uno del mundo? Cierra los ojos y trata de recordar ¿qué querías ser cuando eras niño? Si tuvieras la oportunidad, ¿te atreverías a vivir tus verdaderos sueños?

Yo tenía un buen puesto en Disney, me encantaba lo que hacía y seguro a ti también te encanta tu trabajo. Pero siempre esa pasión me jalaba más y un día llegó el momento. Podía oler el cambio, solamente tenía que tomar la decisión de cumplir mi sueño. Un día me armé de valor y decidí cambiar la página de una vez por todas y abrir mi propio estudio de branding. Debo confesar que empezar tu propio negocio no es un trabajo fácil, pero como cualquier camino en la vida, a veces solo tienes que dar el primer paso.

La vida es corta, pero según otros también es un carnaval y así prefiero vivirla yo. Y tú, ¿la vivirías? ¿Irías en contra de prejuicios, opiniones y miedos para saborear el éxito de verdad?

— Alf

Anterior
Anterior

Sólo necesitas un LOGO?